El amado nacho, en toda su pegajosa gloria, se ha ganado el corazón de mujeres, niños y aficionados al deporte que beben cerveza y se pintan la cara por igual. Lástima que el plato medio de nachos de un restaurante contenga más de 1.500 calorías. Esta receta utiliza una salsa de queso picante (que en realidad ahorra calorías), una cantidad saludable de salsa y un montón de aderezos para ofrecer un plato de alto sabor y bajo en calorías.
Nutrición:
360 calorías, 14 g de grasa (6 g saturada), 610 mg de sodio
Para 4 personas
Necesitarás
8 onzas de filete de falda o de falda
1 cucharadita de chile en polvo
Sal y pimienta negra al gusto
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de harina
3⁄4 taza de caldo de pollo bajo en sodio
11⁄2 tazas de queso Jack reducido en grasa rallado
1⁄2 taza de salsa verde embotellada
4 oz de chips de tortilla
1⁄2 (14-16oz) lata de frijoles pintos
1 chile jalapeño, cortado en rodajas finas
1 cebolla roja picada
2 tomates romanos, cortados en dados
Cilantro fresco picado o cebolletas (opcional)
Cómo hacerla
- Precaliente una parrilla, una sartén para asar o una sartén de hierro fundido.
- Sazona el filete con el chile en polvo, la sal y la pimienta y ásalo de 3 a 4 minutos por lado, hasta que esté medio crudo. Deja reposar el filete.
- Precalienta el horno a 400°F.
- Calentar la mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio.
- Añada la harina y cocine durante un minuto, luego bata lentamente el caldo.
- Cocine a fuego lento durante unos minutos, luego incorpore el queso y la salsa y continúe revolviendo hasta que el queso esté completamente derretido.
- Corta el filete en trozos pequeños.
- Dispón los trozos en una sola capa en una bandeja grande para galletas o para hornear.
- Cubra uniformemente con los frijoles y el bistec, luego rocíe tres cuartos de la salsa de queso.
- Cubre con el jalapeño y la cebolla.
- Hornea durante unos 15 minutos, hasta que el queso esté completamente derretido.
- Cubre con el resto de la salsa de queso, los tomates y el cilantro si lo usas.
Coma este consejo
¿No odias que tus nachos lleguen completamente cubiertos de complementos grasientos y que los aderezos desaparezcan a medida que vas pasando las capas? El secreto de un buen nacho es el equilibrio. Si pones demasiado, las patatas fritas quedan empapadas y sobrecargadas. Si pones demasiado poco, no son realmente nachos, ¿verdad? Para alcanzar el punto óptimo, extienda una sola capa de patatas fritas (cuanto más grandes, mejor) en una bandeja para hornear. Empieza con las judías, seguidas del queso, la carne y las verduras. Guarda todos los aderezos fríos (guacamole, salsa, etc.) para después de que los nachos salgan del horno.