Otro clásico italiano perdido en la traducción. Demasiados cocineros interpretan este plato -tradicionalmente de pollo o cerdo, ligeramente enharinado y cocinado con salvia y prosciutto- como una enorme ración de carne, empanada y frita, y cubierta de una salsa turbia y llena de sodio.
Nuestra versión más ligera y auténtica envuelve el pollo y la salvia en una capa de prosciutto, que luego se convierte en una piel crujiente que mantiene el pollo húmedo mientras se saltea. Un chorrito de vino y caldo de pollo directamente en la sartén se convierte en su salsa de 2 minutos. Es la última prueba de que lo más sencillo es a menudo lo mejor.
Nutrición:
280 calorías, 11 g de grasa (3,5 g saturada), 460 mg de sodio
Para 4 personas
Necesitarás
4 pechugas o muslos de pollo deshuesados y sin piel (aproximadamente 6 onzas cada uno), machacados hasta obtener un grosor uniforme de 1⁄4″.
Sal y pimienta negra al gusto
8 hojas de salvia fresca
4 lonchas finas de jamón serrano
1 cucharada de aceite de oliva
1 taza de vino blanco
1⁄2 taza de caldo de pollo bajo en sodio
1 cucharada de mantequilla
Perejil fresco (opcional)
Cómo hacerla
- Sazona el pollo con sal y pimienta.
- Coloca dos hojas de salvia a lo largo de cada pechuga y luego envuelve cada una con una loncha de jamón serrano, utilizando un palillo o dos para asegurar la envoltura.
- Caliente el aceite en una sartén grande a fuego medio.
- Cuando el aceite brille, añade el pollo y cocínalo de 4 a 5 minutos por cada lado, hasta que el prosciutto esté dorado y crujiente y el pollo esté firme al tacto y bien cocido.
- Pasar a 4 platos.
- Añada el vino y el caldo a la sartén y cocine durante unos 2 minutos, hasta que el líquido se haya reducido a la mitad, raspando el fondo de la sartén para soltar los trozos cocidos.
- Añada la mantequilla y el perejil (si lo utiliza).
- Vierte la salsa sobre el pollo y sirve.
Coma este consejo
Proteína de la libra
En muchas recetas se pide que se machaque la pechuga de pollo para obtener una chuleta más fina. La razón es que la carne -pollo, filete, cerdo- que tiene un grosor uniforme se cocina más rápido y de manera más uniforme.
El proceso es fácil: saca una tabla de cortar grande y coloca el pollo encima. Cúbrelo con varias capas de plástico y utiliza un mazo para carne (o una sartén de fondo grueso) para golpear la carne hasta que se rinda.
Por supuesto, muchos supermercados venden pollo y otras carnes en forma de chuletas, pero, en realidad, ¿dónde está la gracia?