Continuando con nuestra línea de todos los alimentos que puedes vestir con sabores de calabaza para el otoño, esta receta convierte la calabaza enlatada en una deliciosa salsa marinara. Es perfecta para untarla en unos panes planos finos, tipo pizza, y cubrirla con tomates cherry reventados y rúcula para obtener un aperitivo verdaderamente excepcional para el tiempo frío. Estos panes planos de calabaza y rúcula son adictivos y ligeros; sólo hay que ver cómo desaparecen cuando se sirven en una reunión familiar o como tentempié después del colegio en un día lluvioso.
Y recuerda, somos grandes fans de la calabaza no sólo porque es un alimento básico de temporada que te pone de buen humor en otoño, sino también porque es un superalimento serio que contiene un golpe nutricional de beta-caroteno, vitamina A y fibra. Esencialmente, todo lo que necesitas para un sistema inmunológico fuerte durante la temporada de gripe y todos los cambios de temperatura.
¿Nuestro consejo profesional para esta receta? Asegúrate de conseguir cortezas de pizza finas de alta calidad para obtener un producto final realmente excepcional.
Nutrición:
328 calorías, 12 g de grasa (3 g saturada), 545 mg de sodio, 11 g de azúcar, 8 g de fibra, 13 g de proteínas
Rinde 4 porciones
Ingredientes
1 cucharada más 2 de aceite de oliva
2 dientes de ajo picados
1 cucharada de pasta de tomate
¾ de taza de calabaza enlatada
¼ de taza de agua
1 cucharadita de condimento italiano triturado
¼ cucharadita de sal
4 tazas de tomates de uva, cortados por la mitad
4 chalotas, cortadas en rodajas finas
4 cortezas de pizza finas artesanales individuales
4 tazas de rúcula fresca o de una mezcla de rúcula y espinacas tiernas
1 ó 2 cucharadas de vinagreta balsámica
¼ de taza de queso azul desmenuzado
Cómo hacerla
1. Precalentar el horno a 400°F. Para la salsa marinara, en una cacerola pequeña calentar 2 cucharaditas de aceite de oliva a fuego medio. Agrega el ajo; cocina y revuelve 30 segundos. Añadir la pasta de tomate; cocinar y remover 30 segundos. Añada la calabaza, el agua, el condimento italiano y la sal. Cocinar 5 minutos para mezclar los sabores, removiendo de vez en cuando.
2. En una sartén antiadherente mediana, cocine los tomates y las chalotas en la cucharada de aceite restante a fuego medio-alto de 8 a 10 minutos o hasta que los tomates revienten, revolviendo con frecuencia.
3. Hornee las cortezas de pizza directamente en la rejilla del horno durante 2 minutos. Retirar del horno y colocar en una bandeja grande para hornear. Extienda la salsa de calabaza uniformemente sobre las cortezas. Cubra con los tomates y las chalotas. Hornee 4 minutos.
4. Mientras tanto, en un tazón mezcle la rúcula con la vinagreta para cubrirla. Poner la rúcula en los panes planos y espolvorear con queso azul.
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